Los ciudadanos chinos no saben más que chino, y es bastante lógico pues lo normal es que no salgan de China en toda su vida, y tampoco tengan que tratar con turistas. Tampoco tienen acceso libre los medios de comunicación, música y películas de occidente, entonces ¿para que?.
Así es que lo ideal es que la preparación del viaje incluya estudiar un poco de chino, algo hoy en día muy sencillo, por ejemplo a través de los cursos del Instituto Confucio.
Con todo Google Translator con o sin datos móviles es un buen ayudante para poder romper la barrera del idioma que en este caso es un muro.
Pero tranquilo, el metro y los principales lugares turísticos tienen información en inglés.
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