viernes, 4 de enero de 2019

El conejo de jade 玉兔子



Cuenta la leyenda que tres hadas bajaron a la tierra y cambiaron su imagen para parecerse a tres pobres hambrientos. Se sentaron debajo de un árbol en un cruce de caminos y se pusieron a pedir algo de comer a cuantos pasaban por allí. Pasó un zorro, un mono y un conejo, y a los tres pidieron.

El zorro y el mono al poco tiempo regresaron con alimentos en sus manos, seguramente robados, pues son unos expertos en coger la comida ajena, pero el conejo regresó con las manos vacías y les dijo a las tres hadas disfrazadas de pobres: “No he encontrado nada para comer, así es que si tienen hambre, pueden cocinarme y comerme a mí”

Las hadas admiradas por el gesto tan generoso del conejo le premiaron con poder vivir eternamente en el Palacio de la Luna y así se convirtió en el Conejo de Jade yù tùzi.

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